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¿Le echamos una mano al planeta?

Cuando se trata de hidratarnos, lo cierto es que tener agua a mano en todo momento ayuda. Sin embargo, algunos materiales como el plástico o el vidrio pueden suponer un riesgo. Por eso, las botellas de acero son una alternativa muy interesante.

No cabe duda de que el agua es un elemento básico para nuestra vida. Una adecuada hidratación es una gran ayuda a nuestra salud y permite a nuestro organismo funcionar. No vamos a entrar a debatir la cantidad exacta, pues ni siquiera hay consenso al respecto. Pero lo que si debemos hacer es beber agua suficiente conforme a nuestra actividad diaria, nuestro peso y talla y las condiciones ambientales en las que nos encontremos.

Una de las cosas que más ayuda a beber agua con frecuencia y en cantidad adecuada es tener siempre agua a mano. Y dado que esto puede ser un problema, el uso de botellas para el agua es una solución interesante para llevarnos el agua a donde queramos. No obstante, esto nos plantea un segundo problema como es el material de la botella. 

Materiales problemáticos:

Si echamos un vistazo en la mochila de los compañeros de colegio de nuestros hijos, de la gente que va al gimnasio o de cualquier persona que lleve agua consigo seguramente llevará una botella de plástico. Algunos de ellos llevarán botellas de tipo comercial mientras que otras personas llevan botellas de agua de plástico rígido. Es cierto que este material tiene la ventaja de ser barato, más o menos resistente y de que tampoco pesa demasiado. Sin embargo, también tiene sus problemas.

El principal problema tiene que ver con el modo de fabricación de plástico. Este material tiene un proceso de deterioro considerable, de modo que a medida que se va usando la botella esta puede romperse en fragmentos microscopios, generando los ya conocidos microplásticos. Estos diminutos fragmentos de plástico pasan al agua y pueden acabar en nuestro organismo, generando no pocos problemas en nuestra salud. Todo ello sin olvidar la presencia habitual del temido bisfenol A en algunas de estas botellas, aunque sí es cierto que su presencia en plásticos alimentarios cada vez es menor. De todos modos, queda claro que la idea de usar botellas de plástico de forma continuada igual no es tan buena.

Como alternativa, alguien podría pensar en el vidrio. Este material es muy seguro, no genera fragmentos y también es relativamente fácil de conseguir. No obstante, es mucho más pesado que el plástico y tiene el inconveniente adicional de que su resistencia es escasa. Un mal golpe a la botella se traduce en una lluvia de trozos de cristal que pueden ser un peligro para el usuario. Así que la idea de incluir este tipo de botellas en las mochilas de nuestros pequeños seguramente no sea muy recomendable.

 

Ahora más que nunca tenemos que ser responsables y cuidar el medio ambiente, así que por ti , por mí y por todos usa materiales reutilizables.

 

Con amor , 

Equipo PorteoFeliz